martes, 17 de junio de 2008

Mi verdad (versión Marilú)

Pues después de leer la historia, realmente inventada por Letty, me tomaré la molestia de aclarar la razón por la cual nos conocimos, el escenario es el siguiente: 5 pabellones, un comedor enorme, jardines en la mayor parte de nuestro territorio, un consultorio, un espacio para terapia ocupacional…. Sí, un hospital psiquiátrico, el nombre por razones de seguridad no lo menciono, ya que pueden regresar a uno que otro personaje mencionado en este caso de la vida real que les relataré…

Era mi primer día como psicóloga en ese hospital, recuerdo que la noche anterior no pegue un ojo ya que las ansias y el nerviosismo de un primer día devoraba a mordiscos la poca tranquilidad que había en mí. Llegué temprano, con mi filipina blanca, como prueba de fuego o por envidia de mis colegas, me mandaron a atender a una enferma mental del pabellón crónico femenino, su nombre Letty diagnosticada con esquizofrenia paranoide, como podrán ver la historia de su entrenamiento en chechenia es producto de esa terrible enfermedad. Su seguridad, la certeza con que relata sus anécdotas casi me convence para darle de alta, pero al verla tan vanidosa, aluciándose el cabello todos los días y su complexión física, me hicieron abrir los ojos, y me dije: ella no pudo ser entrenada en chechenia.

Entonces me dediqué a leer su expediente, su historia era la siguiente, nacida en Comitán de Domínguez, abandonada al día y medio de nacida en Juan Bosco, crecida y educada por las monjas del colegio, a la edad de 12 años decide escapar con un grupo de maras, donde en la primer madriza que le acomodaron quedó dañada mentalmente… lo que la llevó a inventar grandes historias y a vender libros, sí aunque parezca mentira sus historias eran tan bien armadas que todos le creían. Fue hasta que se trasladó a la ciudad de México a un firma de autógrafos, con su libro más vendido “Cómo hacer que las miches no engorden”, un fan de sus escritos le pide un autógrafo, pero error de aquel ingenuo hombre, vestir una camiseta del América, en ese momento ella alucinaba a todo objeto amarillo como una verdadera amenaza a su integridad física, por lo que su reacción fue usar como proyectiles contra su “atacante” todos los libros que tenía a su alcance, en total fueron 237 libros arrogados al indefenso hombre, cabe destacar que sólo uno de 237 logró alcanzarlo, por lo que al ver la reacción de la famosa escritora, la detienen bajo los cargos de daño físico en tercer grado, y es así como por suerte un poli que estudiaba psicología por las tardes, la diagnóstica y la envía al psiquiátrico para recibir una buena dosis de antipsicóticos.

Sexto día laborando en el psiquiátrico, me mandan al pabellón de paciente agudos, para dar terapia a una paciente de nombre Ana, su diagnóstico esquizofrenia desorganizada, sí su verborrea sugería de inmediato ese diagnóstico, hablaba hasta por los codos… era la paciente más aplicada en la clase de pintura, hacía caricaturas indiscriminadamente de sus compañeros así como de sus médicos, enfermeras y cuanto personaje se le pusiera enfrente, recuerdo que a veces todos estaban tranquilos y ella armaba la fiesta, cierro los ojos y la veo corriendo detrás de mí gritando: Doctorcita, doctorcita, un cigarrito!!! Y obviamente no me negaba a tal petición, y cada lunes le llevaba su cajetilla y 7 cocas que debía administrarlas bien durante la semana. En su expediente decía que también había nacido en Comitán, pero desde muy pequeña le gustó pintar, y es por eso que la mandaron a un internado con unos japoneses, y debido a tanta carga de trabajo que le asignaban, se le desató dicha enfermedad, por lo que a la edad de 18 años ingresa a dicho hospital alegrando el alma de cada unos de los paciente, ya que su gran sentido de humor permitía montar una que otra obra de teatro cómico dentro del hospital, ya que eso servía de reforzador ala buena conducta de los demás internos.

0ctavo día en mi trabajo ahora me tocaba hacer los diagnósticos en admisión, llegó una mujer de 23 años con el cabello rizado, la impresión diagnóstica: adicta a varias sustancias imposibles de mencionar todas en tan pequeña hoja de diagnóstico. Su apariencia era desaliñada, en ese momento sufría un ataque de risa incontrolable, pero ohhh!!! Sorpresa, no venía sola la acompañaba un joven con el mismo diagnóstico, también de cabello rizado, sus nombres Day y Viti. Su historia clínica, casados desde hacía más de 8 años, hijos al parecer no tenían. Se dedicaban al narcomenudeo, tenían una tienda de abarrotes por la mañana y en la noche vendían tacos de surtida y de maciza, negocio el cual les servía para disfrazar lo que en verdad ofrecían a la juventud, las drogas…después de hacer la valoración, se diagnóstico intoxicación por abuso de sustancias, con un pronóstico favorable, sugiriendo tomar terapia familiar en una clínica de rehabilitación, por lo que en menos de 10 días se les dio de alta…

Esa es parte de la historia… yo una psicóloga, nacida en Comitán, realicé mis estudios en una calurosa ciudad en una de las mejores universidades con reconocimiento internacional. Especializada en psiquiatría las mejores escuelas del extranjero, traductora de las obras completas de Freud y Lacan, con éxito profesional y personal sobretodo en el ámbito amoroso.

lunes, 9 de junio de 2008

La Historia (Versión Letty)

Conocí a Ana el día que llegué a la cárcel. Ella ya iba pagando un par años de su condena y me tocó ser su compañera los siguientes meses.

Ana nunca tocó el tema sobre el verdadero motivo por el cual había llegado, así que tampoco le pregunté, porque nunca me ha gustado involucrarme tanto. Se decía que era la pollera más poderosa de la frontera sur. Tenía mucho éxito en su negocio, ofrecía el viaje más confortable y placentero desde el sur del país hasta la frontera con EUA. Contaba con seguro de viajero, tenía una sucursal en Guadalajara y hasta se decía que estaba en pláticas para poner otra terminal en centroamérica, no sé en qué pais. Pero eso sí, nadie sabía cómo fue que la cacharon.

Ana y yo empezamos a llevar una bonita amistad hasta donde era posible. Un día se esperaba la llegada de una nueva reclusa. Escuchamos hablar a las guardias de la tarde, mientras lavabamos nuestra ropa y decían que era una mujer muy peligrosa, que no sabían cuánto tiempo la iban a tener en el reclusorio porque al parecer tenía algún daño psicológico y era mejor que la trasladaran a algún psiquiátrico para que fuera atendida como se merecía y usara una camisa de fuerza para evitar que siguiera con sus asesinatos tan enfermos. Nos dio miedo.

Al día siguiente, como a las 9am llegaron las guardias a nuestra celda con un catre y nos informaron que debido a la sobrepoblación del reclusorio, tendríamos que compartir nuestra celda de 4m2 con una nueva reclusa. El catre quedó en su lugar y me recosté en la cama de arriba, de la litera que compartíamos con Ana y comenzamos a pensar en lo que haríamos si algún día nos atacaba la asesina.

Su nombre era Marilú. Llegó 6 horas después de acomodar el catre. Pasamos las primeras 3 horas cagandonos de miedo y las siguientes 3 surrandonos por lo mismo, pero cuando vimos entrar a "la nueva" a la celda, al ver sus pequeños ojitos noté que no podía estar tan enferma como decían. Y no me equivoqué.

Con el paso del tiempo hicimos amistad con Marilú, nos contó la verdadera razón de su llegada: tráfico de drogas. El cártel Ledoy era el imperio creado por esta mujer, se caracterizaba por vender una gran variedad de estupefacientes de la mejor calidad. Sus plantas eran tan buenas que logró exportarlas hasta paises sudaméricanos y cayó en la entrega de su primera exportación a los Paises Bajos.

Hicimos tan bonita amistad, que planeamos una fuga triple. Queríamos llevar acabo nuestro sueño al tener mucho dinero y poner un café con una galería, claro, después de haber pasado por las manos de un buen cirujano plástico (al menos yo sí). Fue así como nos repartimos el tiempo de excavación del tunel: Ana por las noches y Marilú en las mañanas, mientras yo descansaba y Ana lavaba nuestra ropa. Nos escapamos una tarde de verano, mientras todo el reclusorio tomaba clases de pilates y las guardias tomaban el té.

Pasamos la noche en el tunel, cenando el pan que Marilú hizo en la clase de panadería. Al otro día, mientras caminabamos por la carretera desierta que separaba al reclusorio de la civilización, Ana comenzó a jugar aventandonos el agua de la última botella que nos quedaba, se acabó y así fue cuando comenzó nuestra deshidratación y desesperación.

Intentamos parar algunos autos que pasaban por la carretera, pero no tuvimos suerte hasta que, vencidas por el cansancio, caímos dormidas sobre el pavimento hasta que el sonido de un trailer morado con bolas verdes, nos despertó. Vi que una sombra femenina bajó del Trailer, se acercó y nos dijo "¡Qué pedo!y ofreció su ayuda. Le contamos nuestra corta historia antes de escuchar la de nuestra salvadora.

Fabiola la trailera, creció en un pueblo llamado Amatenango del Valle y desde muy chica se dedicaba a la fabricación de macetas en forma de Paloma, de barro, para sobrevivir. Un día un gringo se acercó y quedó encantado con la belleza chiapaneca de Faby y se la llevó a EUA por un tiempo, asi aprendió inglés y ganó dinero suficiente cultivando fresas, para poder regresar a su país, después de asesinar al gringo por dejarla por una guatemalteca. Al volver, compra su trailer y así se ganarse la vida repartiendo fruta desde los pueblos cercanos a su natal Amatenango, hasta la central de abasto 24 de agosto.

Después, con la ayuda de Fabiola y su trailer, llegamos a ser el cuarteto ternura, uno de los más buscados por nuestros millonarios robos lo que nos ayudó a sobornar a las autoridades para borrar los cargos que nos hacían delincuentes. Al poner nuestro café, rentamos un departamento a lado de un mafioso llamado Viti Corleone, de padres italianos pero nacido en Marruecos. Vivía con Day, una actriz porno (región 4) dueña de un "castillo" que estaba en las afueras de la ciudad.

Y esta es nuestra historia... pero casi olvido contar mi llegada al reclusorio, mi nombre es Letty, pertenecía a un grupo terrorista europeo, del que no revelaré el nombre. Fui entrenada en Chechenia y fui alumna de algunos de los más buscados por el F.B.I. En mi amplio currículum destaca mi colaboración con la FARC y mis asesorías a los aprendices del mismísimo Bin Laden. Lo cagado fue caer en las manos de la interpol al hacer un mini ataque terrorista en mi tiempo de ocio, tratando de volar el autobús del Club América junto con la directiva y el equipo completo, con mi chevy bomba, pero fui delatada por un ex-novio fanático.

FIN